Se vivieron emotivos momentos de recuerdos de varios de los costaleros más veteranos que relataban sus vivencias bajo las trabajaderas durante sus años de trabajo, contando anécdotas del pasado. Así se le entregó por parte de sus compañeros de trabajadera a uno de los veteranos que había colgado el costal un cuadro del Señor para el recuerdo.
Igualmente miembros de la cuadrilla de la Santísima Virgen quisieron que Ella también llevara algo suyo, y le hicieron entrega al Hermano Mayor de un precioso pañuelo con un encaje del siglo XIX.