Sin duda, comenzaba un sábado oscuro y grisáceo, pero radiante de cúmulos de sentimientos y emociones que este grupo de hermanos se disponía a vivir su sexta estación de penitencia, dando testimonio de FE y SOLIDARIDAD a Sevilla.
De igual manera que nuestros hermanos Pozo en las noches frías de Cuaresma montan con sigilo y esmero los pasos de Nuestros Amantísimos Titulares, poco a poco ese grupo de personas entregados a las necesidades de los demás, iban configurando un “altar” efímero que iba a ser testigo de la solidaridad, vivencias, emociones e historias que allí se vivirían a lo largo del día frente a la atenta mirada de la estatua de Martínez Montañez.
Llegadas las 11 de la mañana nuestra 6ª Carrera del Euro. De San Vicente a la Catedral: un euro, una ilusión, abría las puertas de su templo, dando lugar a más de 10 horas de alegría.
Alegría, ese valor tan devaluado desgraciadamente en los últimos tiempos que se haría latente en nuestra Familia, reflejándose en las caras de en las caras de niños y mayores, y que era contagiaba, como si de un virus se tratara, de unos a otros, gracias entre otras cosas a esos fantásticos personajes que dejaron su piel y sudor para amenizar y contribuir a que los viandantes, que por allí pasaban, contribuyeran con su euro en pro de las necesidades de los más pequeños.
Hermanos, oficiales de la Junta de Gobierno, amigos, familiares, representantes de instituciones, patrocinadores y colaboradores… empezaron a llegar a las inmediaciones de la plaza para participar, como si se tratase de un Lunes Santo más, pero esta vez para nuestra estación de penitencia navideña; nuevamente Las Penas estaba haciendo hermandad en la calle de una manera diferente.
Poco a poco, sin poder detener el tiempo en esos momentos, avanzaba la jornada, amenizada por villancicos, por el Mago de la ilusión Manete y por los conciertos navideños que nos ofrecieron la Agrupación Musical Virgen de los Reyes y su Agrupación Juvenil. Todos unían su ilusión a la nuestra.
Llegada las horas centrales de la tarde, la participación sevillana se acentuaba aún más si cabe, y veíamos cómo decenas de sevillanos esperaban su turno para atravesar ese “arco de la ilusión” y poder depositar su donativo en nuestro camino hacia la ilusión.
Quién pudiera detener las manillas del reloj del tiempo y poder seguir disfrutando de la jornada, pero nuestra estación tocaba su fin, y a punto estábamos de atravesar el umbral de las puertas de la Catedral. Cómo marcan los cánones, y con puntualidad a las 22 horas la Cruz de Guía de nuestra ilusión daba por concluida nuestra 6ª Carrera del Euro. De San Vicente a la Catedral, un euro, una ilusión.
Gracias a la generosidad de todos, con el dinero recaudado estas próximas fechas navideñas más de 120 familias podrán cumplir la ilusión de sus seres más pequeños en la mañana más mágica del año.
Ahora a esperar también a ese día mágico, 28 de diciembre, en la que nuestros padrinos solidarios acudirán a nuestra Casa Hermandad y así poder cumplir el sueño de más pequeños.
¡GRACIAS!