El pasado sábado 26 de mayo, los jóvenes de nuestra hermandad asistieron al I Encuentro Pascual de Jóvenes del Lunes Santo, que fue organizado por los Diputados de Juventud y Formación de todas las Hermandades del día, encabezados por su Delegado, NHD. José Carlos López Alba.
Los grupos jóvenes fueron acogidos en la Capilla del Dulce Nombre de Jesús de la Hermandad de Vera+Cruz, donde se celebró una oración inicial, seguida por una entretenida presentación de D. Laureano Otero CSSR, bajo el tema:”Vivir la alegría de la Pascua”, quien recordó el gozo de la Resurrección del Señor y la importancia de llevar a la calle el mensaje de amor de Jesús.
Después, todos los jóvenes pasaron a los Baños de la Reina Mora, donde se dividieron en grupos para desarrollar la temática del encuentro y pudieron compartir sus experiencias de fe con otros jóvenes, respondiendo a preguntas como: ¿Qué es lo que la experiencia de vivir la Pascua, el encuentro con Cristo resucitado, puede decir a la realidad de los jóvenes de hoy? ¿Por qué atreverse a seguir al resucitado? ¿A qué nos compromete? ¿Por qué vivir mi fe en la Iglesia?.
Una vez finalizada la reflexión y puesto en común algunas conclusiones, toda la comitiva se trasladó a la Capilla del Santísimo Cristo de la Expiración de la Hermandad del Museo, donde se celebró una eucaristía para que los jóvenes pudieran obtener las gracias e indulgencias de su Año Jubilar. La ceremonia, que estuvo presidida por D. Laureano y nuestro párroco, NHD. Marcelino Manzano, terminó con una bendición conjunta con todos los Hermanos Mayores del día y la entrega de un pergamino conmemorativo del Jubileo.
De nuevo en los Baños de la Reina Mora, se mantuvo un ágape fraterno a compartir, donde, en un ambiente más distendido, se pudieron comentar las anécdotas del día y del pasado Lunes Santo. Destacar el éxito de convocatoria del encuentro, y el deseo de la gran mayoría de los jóvenes de realizar esta convivencia todos los años e incentivar las buenas amistades que se forjaron, donde el ambiente se alargó con palmas y sevillanas toda la tarde.
Este fin de semana finaliza la Exposición "Miradas de Turina" a las Cofradías de Sevilla, organizada por la Fundación Cajasol en el centro cultural de la calle Laraña, y que cuenta con la colaboración de la Hermandad de las Penas.
En esta interesante exposición se encuentra expuesto el libro de hermanos nº1 tras la reorganización, en el cual figura entre la nómina de hermanos D. Joaquín Turina. Como ya mencionamos en un artículo de Dª. Ana Ruibérriz publicado en un boletín anterior D. Joaquín Turina fue hermano de las Penas, hermandad con la que realizó estación de penitencia como nazareno.
Invitamos a nuestros hermanos a disfrutar de esta exposición en su último fin de semana.
Reseña Misa de Pascua de Resurrección y entrega de la Acción Social del Lunes Santo
En el día de ayer miércoles 23 se celebró la misa de Pascua de Resurrección y acto de entrega del donativo de la Acción Social conjunta de las hermandades del Lunes Santo. En la iglesia de San Ignacio de Loyola y bajo la organización de la hermandad del Cautivo y Rescatado, se congregaron numerosos cofrades de las hermandades del Lunes Santo, manteniendo una convivencia posterior en la casa hermandad.
El donativo fue en esta ocasión para la Fundación Prolibertas.
Este tiempo de cuaresma es un momento propicio para que los jóvenes puedan conocer los preparativos que hace su hermandad de cara a su salida procesional.
Por eso, y atendiendo al llamamiento de la Diputación de Formación, los hermanos más pequeños pudieron disfrutar en el día de hoy de una jornada de ayuda al montaje de los pasos y altar de cultos y besamanos, así como del rezo ante nuestros Amantísimos Titulares.
La jornada se remató con una convivencia en la casa hermandad.
Como parte de la Iglesia que somos y con la intención de incrementar los lazos con la Parroquia, continuamos con la asistencia a la celebración comunitaria de la santa misa dominical el próximo domingo 23, a las 12:00 de la mañana, en la Parroquia de San Vicente.
Invitamos a la asistencia de hermanos, con familiares y amigos, a compartir la celebración con la comunidad parroquial a la que pertenecemos, manteniendo a la finalización Convivencia en la Casa Hermandad entre todos los asistentes.
Reseña actos XXV Lunes Santo NHD. M. Antonio Santiago Muñoz como capataz de la Cofradía
El pasado sábado 15 de marzo se celebraron en la Hermandad los actos conmemorativos del XXV Lunes Santo de NHD. M.Antonio Santiago Muñoz como capataz general de la Cofradía. La Hermandad tuvo un reconocimiento a la figura de nuestro querido capataz por el cariño y la entrega demostrada a lo largo de todos estos años, realizando una labor al frente de nuestros pasos admirable, y manteniendo siempre la devoción y el amor a Ntro. Padre Jesús de las Penas y a su Bendita Madre María Stma. de los Dolores como horizonte y alimento para todo su equipo y cuadrillas de costaleros.
Los actos comenzaron con la celebración de la Eucaristía a las 20:30 horas en la capilla oficiada por NH.Rvdo.D. Manuel Ruiz Martín, Director Espiritual, seguida de una espléndida y emotiva ponencia sobre la efeméride a cargo de NHD. José Carlos Orta Cuevas, antiguo Hermano Mayor de la Hermandad, finalizando con una convivencia en la Plaza de Dª. Teresa Enríquez. Los actos contaron con la presencia de hermanos mayores que fueron de la Hermandad y numerosos hermanos y costaleros que quisieron arropar a nuestro capataz en tan señalada ocasión.
A continuación acompañamos el texto de la ponencia de NHD. José Carlos Orta para el disfrute de todos los hermanos que no pudieron asistir:
Cuando ya se advierte la cercanía de los símbolos,
se inicia el despertar de los sueños inquietos en la rutina,
y el espíritu se reencuentra con los sentires, deseosos de la explosión con la que la razón anhela escapar de la rutina.
Sevilla, preparada para recibir a la muerte, se recubre con sus saberes hasta conseguir hacerla pórtico de la vida.
Empeñada en el largo prefacio de componer el escenario para el rito hoy igual que ayer….serenamente.
Otra vez, la primavera se acerca a nosotros para que la vida de los sentidos encuentre su plenitud,en la búsqueda del instante, siempre añorado, en que el sueño recobrado inspira la existencia.
Y otra vez, se recupera la dedicación, en un hurgar casi nervioso, apresurado, al hallazgo de los objetos que conformarán los símbolos, ropajes bendecidos en la vejez de la andadura, cubierto con la pátina de las tradiciones,permanentemente rejuvenecidos por el aliento de la vida.
Bendito sea Dios y bendito sean los hombres buenos…. Y en esta Hermandad…. hay muchos hombres buenos
Permíteme Antonio que recuerde hoy aquí esta frase de tu padre. Manolo Santiago sí que era un hombre radicalmente bueno. Su recuerdo, siempre presente, no puede faltarnos hoy.
Está con nosotros porque su corazón se derramó en el cariño de todos los que le conocimos. Sabes que en Las Penas siempre se le quiso. Por eso él también está hoy aquí .
Hace ahora veinticinco años se tuvo que afrontar una triste y preocupante realidad.
El paso de María Santísima de los Dolores, no iba como debía ir; se descolgaba, no andaba, y casi siempre, y repito, casi siempre…. rozaba (eso en el mejor de los casos y siendo benevolentes).Desconchones en el dintel de San Vicente, a la salida y a la entrada para alegría, dicho sea de paso, de Manolo Ríos que cada año recibía para enderezar cresterías o maniguetas.
Y además esa catedral andante que es el paso de Mª Stma. de los Dolores, (porque además de majestuoso, pesa como una catedral), a veces parecía que no podría volver a entrar, llegando en algún momento a vivirse situaciones verdaderamente críticas por no poder literalmente la cuadrilla con el paso.
Todos los años una preocupación, muchos años… un disgusto.
Hasta que nada más acabar el Lunes Santo de1989 se tomó una decisión, tenía que ser el último año pasaba aquello.
Aquella Junta de Gobierno que presidía nuestro querido José Luis Caballero Amoscótegui (un abrazo Pepe) y en la que tuve el privilegio de participar por primera vez contaba con cofrades, siempre en nuestra memoria agradecida, de la talla de Juan Carrero, Rafael Narváez o Emilio Samaniego. Ellos y algunos más que todavía andamos por aquí adoptamos aquel acuerdo.
Quién? Pues se barajó lo mejor que había en Sevilla, claro está, pero sinceramente no hubo que pensar mucho. Manolo Santiago había mandado el Paso del Señor como segundo de Salvador Dorado ya iba acompañado por un chiquillo casi casi de pantalón corto.
Ese chiquillo era ya entonces un capataz con sabiduría, con experiencia, con futuro, con personalidad, de garantía y encima de la casa….pues para nosotros estaba claro. Y Antonio Santiago tras el verano de ese año pasa a ser el capataz de la Hermandad de Las Penas.
Los años anteriores, las dos cuadrillas de la Hermandad eran independientes y la de Jesús de las Penas ya hacía años que era portada por hermanos.
A partir de entonces y como muy bien ha explicado Antonio en el último número del boletín, una Hermandad, una cuadrilla, un capataz.
Se modifica la parihuela junto con otras disposiciones que también nos ha recordado Antonio en el boletín, y, por fin, cuando la lluvia lo permitió, porque mira que llovió ese año, comienzan los ensayos .
Catorce ensayos hasta las tantas que terminaban en tertulia de bocadillo y cerveza donde se comparten muchas más cosas de las que parecen.
Son… las noches de ensayo, convocatoria reiterada y siempre fresca, conjura de las ilusiones, un año más, de quienes en momentos pasados ocuparon sitial bajo el madero y de aquellos, ardorosamente decididos por los sueños de niño.
Sueños compartidos en la intimidad de los juegos y animados al abrigo de la Fe, que hacen crecer la noble afición a ser costalero en Sevilla.
Emocionadas noches de novicios de la trabajadera, abnegadamente entregados al intento de superación de la prueba que siempre soñaron pasar.
Inusuales murmullos de las cuadrillas nocturnas de aspirantes, se hacen con la noche sevillana.
Veladas de ensayo, hechas para el aprendizaje del oficio, y convertir ya la parihuela en causa de insomnios y desvelos, contenido en el vibrar de ser y sentirse, costalero de Las Penas.
Descubrir al de al lado, convencidos de hasta qué punto lo necesitamos, sentir la cercanía de su preocupación, dispuestos compartir nuestras fuerzas y nuestras flaquezas, creándose unos lazos que solo la sensibilidad percibe y que durarán ya para toda la vida.
Así, desparecidos tras los faldones, muros hacia un interior donde solo el llamador se hace repique que marca las horas.
La vida entera se agolpa en el instante, llegados a las tinieblas tras los respiraderos, donde desatado de lo mundano, el costalero siente la hondura de sus vacíos y extiende sus brazos queriendo dar vida a la madera.
Es como al costalero le gusta rezar, envuelto en el silencio del esfuerzo que le conduce a la concentración y le predispone a la primera levantá.
Nunca se empuja, se acaricia
Frente a la evidencia está el ánimo
Ante la incógnita, la certeza
En la ausencia, una mayor entrega,
Sobre la dificultad, el sacrificio,
Jamás la duda, siempre la ayuda
Ante la caída, la mano
Junto al dolor, la sonrisa,
En torno a cada uno, la cuadrilla.
¿Recordáis aquellos retranqueos del Domingo de Ramos antes de ponerle ruedas a los zancos? Se citaba a la cuadrilla y Antonio tenía que abandonar temporalmente su Hermandad de la Paz para colocar los pasos en su sitio y después volver al Parque para entrar la cofradía.
Por cierto que este hecho fue lo que motivó que este que os habla dejara el costal en su Hermandad de la Estrella estando, todo sea dicho, en plenitud de facultades.
Porque el año que entró de Mayordomo pensó que no era lógico que al capataz y a los costaleros se les pidiera una noche de Domingo de Ramos estar en San Vicente mientras él estaba sacando un paso. Decisiones que hay que tomar…
Así hasta que llegó el Lunes Santo de 1990. La lluvia hizo que una a una las cofradías de la jornada fueran anunciando la suspensión de su Estación de Penitencia.
Presagios tan negros como los nubarrones que venían desde el Alfarafe.
La Junta se reúne para tomar la decisión más difícil que una Junta de Gobierno tiene que afrontar ¿verdad Felipe y Alberto? . Entonces ni había internet, ni las predicciones meteorológicas tenían la exactitud que tienen hoy, pero sabíamos dos cosas . .. que en Huelva no llovía y que por el Aljarafe ya estaba despejado así que con argumentos tan irrefutables ¿ que otra cosa podíamos hacer?.
Se ha dicho que esa decisión se tomó por no desilusionar a tantos corazones que durante tanto tiempo se habían preparado para ese día. Permitidme que no entre en detalles en los que no puedo entrar pero no digo que aquello fuera así….ni que no lo fuera.
Con la información que teníamos creímos que la Hermandad estaba obligada a realizar su Estación de Penitencia y así se decidió. Pero lo cierto es que cuando se decidió todavía estaba lloviendo…..
Dentro del templo, el rito se acelera; el último estirón del antifaz sobre el capirote, los celadores terminando de organizar los tramos en una indisimulada mezcla de nerviosismo y alegría apenas contenida.
Y allí estabais vosotros, los costaleros, sonrientes; erais el relato evangélico viviente “cuando vayáis a hacer penitencia no cubras tu rostro con ceniza para que todos lo sepan” porque penitencia es lo que hacéis si bien ciertamente que de una forma digamos que peculiar.
Sonrientes, sí… y al mismo tiempo solemnes, conscientes de vuestra importante misión y sin que vuestra condición de costaleros, se separe de vuestra condición de cofrades.
Vuestro sentido está en que vuestro esfuerzo, en el agobiante calor y angostura de la parihuela es oración de hermano y la forma de manifestar vuestra fe;
solidarios con nuestro Señor caído, hijos del inefable amor de nuestra madre Dolorosa convertís vuestra oración en movimiento, pueblo de Dios caminante por las calles de Sevilla.
La gente que nos ve pasar descansa en vuestra fatiga, se sirve de vosotros para estar más cerca de Dios y, al mirar vuestras zapatillas apenas asomando por el faldón, comprueba gozoso que el pueblo de Dios sigue avanzando y que tú costalero, salvas con amor la revirá y con esfuerzo el desnivel que debimos allanar, hiciste de tu vigor armonía, del cansancio oración, de la fe obediencia, silencia y entrega.
Vayamos a la primera cuadrilla, a la primera igualá y al primer capataz. Allí están, son solo doce pero han sido elegidos para caminar junto al Señor. Son los que van a decirle al mundo que el Hijo de Dios cargó y cayó bajo el peso de la Cruz redentora de nuestros pecados y que murió para que los hombres tuviéramos vida.
Pero ¿Quiénes son? Son hombres sencillos, del campo y la mar, no son los más instruidos ni los más poderosos pero los ha elegido el Señor.
A vosotros también os ha elegido el Señor, no dejéis fuera a Jesús de las Penas ni a María Santísima de vuestra condición de costaleros, sería soberbia y la soberbia no puede encontrar lugar entre vosotros.
Hoy Antonio os iguala por la altura de esa séptima vértebra cervical que como él dice, Dios puso ahí para que en Sevilla los costaleros pudieran sacar los pasos, porque no sirve para otra cosa, pero antes habéis sido igualado por Jesús de las Penas y él marca unas líneas para formar en su cuadrilla.
Solamente así, bien igualados, podréis realizar vuestro trabajo, que no es otro que llenar vuestras vidas de Dios para después llevárselo a los hombres.
Difícil? no cuando la cuadrilla trabaja unida,nadie busca el lucimiento personal, sería vano empeño y ni siquiera se notaría.Porque sabéis que el éxito depende de la suma de todos los esfuerzos, trabajando en silencio, en la oscuridad de la parihuela, sintiendo el calor sofocante, anónimos tras el terciopelo y el oro que besa las calles de Sevilla.
Sintiéndose todos hermanos…. Y sin aliviarse.
Aliviarse es volver la cara para no ver al hermano que sufre,
Aliviarse es decir hermosas palabras pero no hacer nada para que las cosas dejen de estar como están
Aliviarse es pensar que el mundo empieza y termina en mi trabajadera.
Aliviarse es culpar a otros de las calamidades y no empujar fuerte parriba riñón con riñón con el de al lado.
Con cuarenta y cinco minutos de retraso se abren las puertas de San Vicente. El Señor de Las Penas sale como siempre señorial y majestuoso a los sones de su marcha, cuando asoman los últimos tramos de la Virgen el Palio ya está encarado a la puerta. Antonio con su voz rotunda da las órdenes precisas, sin un grito de más, con una tranquilidad pasmosa.
Pero como ¿Qué no se quitan los zancos? Imposible, si siempre se han quitado…. Pues no, no se quitan. Los dos costeros a tierra por igual y el palio va, dulcemente, asomándose a Sevilla de tal forma que parecía que hubieran agrandado la puerta. Y sin el más mínimo roce.
Han pasado veinticinco años y el palio no ha vuelto a rozar ni al salir ni al entrar NUNCA y de hacerlo tan fácil muchos han olvidado y la mayoría ni siquiera recuerda que hasta ese año, se rompía o doblaba algo CASI SIEMPRE, no olvidemos eso.
¿Qué tramoya interna, que artefacto secreto engendra esta dulce mecánica que es el movimiento de un paso?
No hay mecanismo ni ingeniería que pueda vencer en arte y sentimiento la mecánica humana. Los pasos de Sevilla caminan, se mueven, se mecen, gracias al trabajo penoso y alegre de forma, que por vuestra afición desbordada, se renueva cada año el milagro escénico de una paso avanzando.
Nunca se tratará en Sevilla de “pasear” las imágenes hasta la Catedral, sino de trasladar a Dios y a su Madre ( poco a poco y muy cortita la llamá) desde San Vicente al corazón de cada sevillano, haciendo de cada chicotá una oración y de cada Estación de Penitencia un capítulo del Evangelio…
Y es que aquí…. la Fe entra mejor sobre los pies.
Después de salir con cuarenta y cinco minutos de retraso, el palio entró a su hora. Desde ese día el Diputado Mayor de Gobierno tiene muchísimas preocupaciones, una que ya no tiene es que la cuadrilla no pueda con el paso. Tampoco olvidemos eso.
La relación con el capataz y la cuadrilla en esta Hermandad ha estado siempre clara y creo que eso ha sido uno de los factores del éxito de la misma. La Junta de Gobierno espera que los pasos vayan como tienen que ir (como Dios y la tradición de esta Hermandad mandan) y que se cumplan los horarios que se nos exigen.
Y eso, ni más ni menos, es lo que se le pide al capataz. Para ello pone a su disposición lo necesario y arropar a su cuadrilla se convierte no en algo forzado sino nacido del convencimiento de ser una parte, tan importante como muchas otras, de la Cofradía a la que hay que cuidar.
Quienes son los hombres más adecuados para conseguir este fin, el donde, el cómo y el cuándo es competencia y responsabilidad del capataz y en eso la Junta de Gobierno aquí nunca se ha inmiscuido.
Ser costalero no es un derecho, es un honor y, sobre todo, es una enorme responsabilidad derivada del hecho de que la Hermandad deposita en sus costaleros lo más preciado; nada más y nada menos que a Dios y a su bendita Madre.
Y confía plenamente en su capataz porque sabe que nadie mejor que él conseguirá mantener la impronta, el sello, el estilo y la categoría que esta hermandad tiene en la calle.
Se habla mucho últimamente de que hoy en día los costaleros aguantan muchos años y que eso impide que se incorpore gente joven. Puede que sea cierto pero, en mi opinión, se parte de una premisa equivocada: no se tiene derecho a salir de costalero.
Se tiene derecho a realizar Estación de Penitencia y siempre que las condiciones de cada uno lo permitan. Pero no se tiene derecho a salir siempre en el puesto que uno quisiera solo porque sea su deseo.
A la cuadrilla se le pide que los pasos vayan como tienen que ir. Mientras el capataz considere que un hombre cumple ¿se le puede decir que ya no sirve?
Y llegaron los años de San Isidoro y allí… otra vez otra puerta. Pero esta vez el problema era el ancho, no el alto y tras tus indicaciones hubo que desmontar y modificar toda la estructura. No puede faltar aquí un recuerdo agradecido a Dº José Luis Peinado porque de estos veinticinco años, ocho los pasamos en su casa que hizo que fuera también la nuestra.
Allí los botellines no podían estar igual de fríos que en nuestra Casa de Miguel del Cid, pero al igual que el resto de la Hermandad, los inconvenientes lo que nos hicieron fue crecernos.
¿Recordáis esas mudás desde el almacén de Luis Aguado en la carretera de Carmona, casi en la SE 30?. Pues como si hubiera habido que ir a la misma Carmona, ni horas, ni sueño ni distancia, así es le gente de Las Penas.
El rachear de las alpargatas costaleras habían abandonado pocas chicotás antes el frío y liso mármol de la Catedral y volvieron a sentir el calor irregular de la calle, donde Sevilla espera.
El paso de Jesús de las Penas queda arriado con la Giralda como fondo señalando a lo alto a una luna ya casi llena y a un destino ineludible de vida tras la muerte de la carne.
En las Puertas del Palacio Arzobispal Gonzalo apresura al relevo porque se vislumbra por la luz de los cirios que el cortejo ya va avanzando calle arriba, Antonio Cano ayuda levantando los faldones con una “vamos al trabajo” Javier García y Candy con su pícara mirada, mandan silencio abajo, que no hay buen capataz sin buenos contraguías.
Tras mirar una vez el rostro de nuestro Dios caído, como siempre antes de agarrar el martillo, Manolo Santiago acerca la cara al respiradero con esa voz que sale no de la garganta sino de un corazón tan grande que de él se alimentaron tantos corazones de hombres buenos….
Sabe, siempre lo supo, decir lo que era necesario en ese preciso momento para todos los corazones aceleraran y acompasaran su latido.
Y eEsta vez los corazones no son treinta y cinco.
Son los corazones de todos los hermanos de Las Penas que un día vistieron una túnica de ruán, los de todos los que un día ciñeron una faja y los de todos los que sin haber podido hacer ni lo uno ni lo otro tenían en el centro de sus vidas los ojos de un Padre que siempre perdona y el llanto de una Madre que siempre mira al cielo.
El paso se levanta y poco a poco se acerca a esa calle angosta y empinada como tantas veces es la vida. Y cuando empieza la dura cuesta, justo cuando parece que por ese sitio novamos a poder pasar Manolo empieza con voz clara y rotunda,
Padre Nuestro que estás en los cielos….
Y Sevilla escuchó emocionada, tamizada por los faldones, la voz de cientos de labios continuando la oración.
Eran los mismos labios que tantas veces canturrearon las coplas en un Quinario, los que te felicitaron rezando una salve al nacer tu día, Madre los labios que año tras año rozaron el cielo un Domingo de Pasión o un Viernes de Dolores, los labios que día a día a un ¿estáis puestos? Respondieron con un… lo estamos!!! Los labios que tras el antifaz cada Lunes Santo contaban los años por Estaciones de Penitencia.
Y ese hombre bueno, ese capataz eterno de la vida, con sus segundos de confianza, con sus contraguías de lujo, conduce a todos los corazones cofrades cofrades que de nuestra Hermandad han sido, portando a Jesús de Las Penas, por la calle que por él es la calle del Padrenuestro, en una última chicotá que tras salvar las dificultades de la vida alcance la plenitud de las eternidades en la Gloria.
Con el sudor de tu frente
ya te estás ganando el cielo
y por tu trabajo el consuelo
de la gracia, calladamente
La trabajadera es el puente
Que cruzando la canastilla
De uno al otro costero
Te lleva de la vida a su orilla
Aprieta el costal al madero
Porque tu corazón costalero
Es hoy, el corazón de Sevilla.
Y tu palio María Santísima de los Dolores
Campo de mieses mecido,
Mar que besa las arenas,
Y el sol que tejió tus bordados
Llora si no besa tus mejillas, Señora
Sudor que en ti se hizo perla
Tarde que abrigó tus fríos
Noche que aguardó tu vuelta
Costal, faja y zapatilla
Por ti se fueron a tierra
Que todo el dolor del mundo
Se vuelca en la trabajadera
Son los que siempre te llevaron
Como Madre y como Reina
Los que con fe y con amor
Harán mañana el milagro
De una puerta que se quiebra
De unos varales que la besan
Respiraderos que de esfuerzo tiemblan
Dolor de los Dolores
Manos que guían tu fuerza
Pañuelo para enjugar
todo el llanto de mi tierra.
Desde tu paso de palio
Escucharás la oración
De tu gente costalera.
Y un suspiro en la cuadrilla
El tiempo se queda en calma
Y la noche…se arrodilla
Y las veces que haga falta
Y sin que roce tu plata
Esa Puerta del Cielo
Ni más ancha ni más alta
Porque esa puerta la hicieron
Para tomarle la medida
al amor de un costalero
No despreciemos el recuerdo del camino recorrido. Ello no retrasa nuestra carrera, sino que la dirige; el que olvida el punto de partida pierde fácilmente la meta.
Veinticinco años Antonio, veinticinco años que pasaron volando. Como pasaron los años que hablábamos de cofradías en la biblioteca de la Facultad de Medicina.
Y si la vida es una rueda
Un gran círculo cerrado
Y todo lo que pasa vuelve
Vuelve porque es esperado
Volverá el azahar a cuajarse en los naranjos,
Y volverá el incienso A perfumar nuestros sueños
Como volverá el capirote Al antifaz ya planchado
Y volverá la morcilla a Su costal enrrollado.
Y volverás al momento en que tu padre, cuando tenías doce años te cedió el llamador de la Virgen del Socorro en plena calle Sierpes
Y volverás a sentirlo bajar del cielo para estar a tu lado, amor de padre y saber del maestro, desde que sale el Señor de la Victoria de la Hermandad de la Paz, hasta que se recoge la Virgen de la Aurora, que nadie más puede decir que realiza la primera y la última llamá de nuestra Semana Santa.
Y volverás a escuchar las anécdotas de tu tío Gonzalo (siempre el Pingüino), costalero de la vieja raza de los de la Puerta Osario.
Hoy Pepe Caballero vuelve a hablar contigo, porque Las Penas que siempre buscó lo mejor, encontró el momento para el mejor capataz, que además era de la casa.
Y Juan volverá a abrir su maletín para enseñarte el diseño de los varales nuevos.
Y Rafael a comentar en su eterna charla que si el trío de tal marcha va mejor para hacer la avenida que el de tal otra y que los fiscales no se enteran porque es la cofradía la que va con el palio y no al revés.
Y volverás a hablar con Emilio de que hay que quitarle peso al paso, que este palio es una barbaridad y que hay que ver como es la crestería.
Y una moto volverá a recogerte en la Glorieta del Cid para llevarte a San Vicente en noche de retranqueo de Domingo de Ramos.
Y el Candy volverá a hacerte un gesto desde la manigueta trasera para advertirte que todavía no están todos puestos.
Y Pepín volverá a adelantar por el costero en Francos para avisarte que este año en Chapineros va Soleá en vez de Ione.
Y volverás a probar la maqueta del palio en la puerta de San Vicente y a demostrar que se puede sacar sin quitarle los zancos.
Y el Penitente volverá a decirle a Luis Ochoa que eso es imposible, bueno imposible para todos, menos para ti.
Y tu padre y tu tío volverán corriendo en el coche desde Huelva para comprobar es verdad, que Las Penas ha salido y que la sangre de su sangre ha llevado el Palio por las calles de Sevilla en cuarenta y cinco minutos menos del tiempo establecido, y que tus hombres nunca más permitirán que se descuelgue ni que la crestería vuelva a rozar la piedra de la puerta.
No despreciemos el recuerdo del camino recorrido. Ello no retrasa nuestra carrera, sino que la dirige porque el que olvida el punto de partida pierde fácilmente la meta.
Hoy tengo el privilegio Antonio, de poder decirte en nombre de los que hemos tenido alguna responsabilidad en esta Hermandad que es una satisfacción poder afirmar, año tras año, que ojalá todas las decisiones fueran igual de acertadas.
Y, en nombre de todos los hermanos de Las Penas que es un honor contarte entre los nuestros.
Que Nuestro Padre Jesús de las Penas te lo pague y, por intercesión de María Santísima de los Dolores disfrutemos todos al menos otros veinticinco años más de tu hombría de bien, de tu saber y de tu corazón
y tú, de nuestra admiración y de nuestro cariño.
Gracias Antonio.
El pasado día 15 de marzo la Hermandad recibió corporativamente a la Hermandad de las Mercedes de la Puerta Real, en la realización del Vía Crucis del Stmo. Cristo de la Redención, rezándose una de la estaciones en la capilla de la Hermandad en la parroquia de San Vicente Mártir. El acto estuvo lleno de recogimiento y en el mismo pudieron verse frente a frente la imagen del Stmo. Cristo de la Redención y la de Nuestro Padre Jesús de las Penas, con el acompañamiento musical de fondo del Ave María de Caccini.
En el día de hoy lunes 10 de marzo se celebró el Via Crucis de las Cofradías de Sevilla organizado por el Consejo General de Hermandades y Cofradias, y presidido en esta ocasión por el Stmo. Cristo de la Expiración de nuestra querida Hermandad del Museo.
Por invitación de la Hermandad del Museo los hermanos de las Penas portaron las andas del Stmo. Cristo de forma completa desde la puerta de la Capilla a la puerta del Museo de Bellas Artes. En un hermoso momento de recogimiento con el Señor se vivió la preparación de los días grandes de nuestra Semana Santa, en una penitencia breve pero intensa dentro de un ambiente de recogimiento bajo la cruz de Cristo.
El próximo lunes 10 de marzo se celebrará el Via Crucis de las Cofradías de Sevilla organizado por el Consejo General de Hermandades y Cofradias, y presidido en esta ocasión por el Stmo. Cristo de la Expiración de nuestra querida Hermandad del Museo.
Por invitación de la Hermandad del Museo los hermanos de las Penas que lo deseen podrán portar las andas del Stmo. Cristo desde la puerta de la Capilla a la puerta del Museo de Bellas Artes. Para ello se cita a los hermanos en la puerta de la parroquia de San Vicente a las 17:30 horas, siendo la salida del cortejo a las 18:15 horas.
El próximo miércoles 5 de marzo, Miércoles de Ceniza, invitamos a todos los hermanos a la asistencia a la misa en San Vicente, a las 20:00 horas, en la que se procederá a la imposición de la ceniza, viviendo intensamente de este modo dentro de la familia parroquial.
Con posterioridad a la celebración de la santa misa se procederá a la apertura del bar de la casa hermandad para poder convivir alrededor de las tradicionales tapas de vigilia, como siempre a beneficio de Caridad.