El pasado lunes 29 de septiembre, y tras la celebración de la santa misa de hermandad, tuvo lugar en la casa hermandad el acto de apertura de curso 2014-2015, en el que pudimos disfrutar de la ponencia "Las santas misiones de 1965 y las cofradías de Sevilla" a cargo de D. Ramón de la Campa Carmona.
La interesante ponencia nos ilustró la magnitud y el profundo calado de las misiones del año 1965, invitando a todos los asistentes a reflexionar sobre las nuevas necesidades de misiones para la sociedad sevillana actual.
A la finalización del acto se mantuvo convivencia en la que se continuaron las charlas con los recuerdos y anécdotas de estas misiones en las que nuestra hermandad participó de modo activo con la presencia del Señor de las Penas en la parroquia de Santa Teresa.
Os informamos que la apertura de curso tendrá lugar, D.m., el próximo lunes 29 de septiembre a las 21:00 horas en nuestra casa hermandad.
Tema de la Ponencia: “Las misiones del año 1965 y su importancia"
Ponente: D. Ramón de la Campa Carmona, Es Licenciado en Filología Clásica por la Universidad Hispalense. Es ministro lector y acólito de la Archidiócesis de Sevilla. Pertenece a la Asociación Española de Estudios Franciscanos y al Comité Español de Historia del Arte. Es Profesor Funcionario de Enseñanza Secundaria en el IES Albert Einstein de Sevilla, donde enseña lengua castellana y literatura, ciencias sociales y latín. Sus líneas de investigación son iconografía, liturgia, religiosidad popular, historia de la Iglesia. Ha participado en múltiples congresos, simposios y jornadas sobre estos temas y publicado en sus actas y es colaborador de revistas y boletines varios. Ha escrito también en varias obras enciclopédicas.
En el año 1965 la Diócesis de Sevilla organizó unas Misiones Generales para llevar la pastoral católica a rincones y zonas alejadas del centro de la ciudad. Para que aquellas misiones resultasen exitosas fue vital la aportación que realizaron las Hermandades de Sevilla. Con motivo del 50 aniversario de estas misiones se programa esta ponencia para dar a conocer de los hechos ocurridos en aquellos momentos en la ciudad de Sevilla.
Invitamos a todos nuestros hermanos a la asistencia a este acto que marca el inicio del curso cofrade 2014-2015.
Aplazamiento de Misa de acogida a los hermanos que han recibido el Sacramento de la Comunion por primera vez 2014
Informamos a nuestros hermanos que por motivos pastorales se aplaza la santa misa de acogida a aquellos hermanos que este año hayan realizado por primera vez la comunión, y que estaba prevista para el sábado 14 de junio a las 12:30
Diputada de formación
MARIA JESUS POZO MORON
Misa de acogida a los hermanos que han recibido el Sacramento de la Comunion por primera vez 2014
Haber recibido por primera vez el cuerpo y la sangre de nuestro Señor Jesucristo, es un paso mas para nuestra vida como cristianos. Por eso el sábado 14 de Junio a las 12:30 horas en nuestra capilla se va a realizar un misa de acción de gracias, preparada por nuestros hermanos que hayan hecho la primera comunión este año y acompañados por todos las personas que quieran disfrutar y dar gracias por ello. En esa eucaristía los niños que hayan hecho por primera vez la comunión este año, dejaran un recordatorio de la misma en un sobre que llevara Nuestra Bendita Madre de los Dolores bajo su manto.
Aquellos hermanos que este año hayan realizado por primera vez la comunión y que quieran participar de esta misa de acción de gracias se pongan en contacto con la hermandad, o a traves de los correos electronicos de
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Diputada de formación
MARIA JESUS POZO MORON
Misa Hermandades Lunes Santo con motivo del Año Jubilar de la Macarena
Informamos que las Hermandades del Lunes Santo celebrarán misa en la Basílica de la Hermandad de la Macarena el próximo 20 de mayo a las 21:00 horas, en la que se realizará el Acto de recepción y lectura de las necesidades para la obtención de las Indulgencias Plenarias con motivo del Año Jubilar (1 junio de 2013 - 1 junio 2014) por el 50 Aniversario de la Coronación canónica de la Esperanza Macarena.
Invitamos a todos nuestros hermanos a la asistencia conjunta con el resto de hermandades del Lunes Santo.
El pasado sábado 26 de mayo, los jóvenes de nuestra hermandad asistieron al I Encuentro Pascual de Jóvenes del Lunes Santo, que fue organizado por los Diputados de Juventud y Formación de todas las Hermandades del día, encabezados por su Delegado, NHD. José Carlos López Alba.
Los grupos jóvenes fueron acogidos en la Capilla del Dulce Nombre de Jesús de la Hermandad de Vera+Cruz, donde se celebró una oración inicial, seguida por una entretenida presentación de D. Laureano Otero CSSR, bajo el tema:”Vivir la alegría de la Pascua”, quien recordó el gozo de la Resurrección del Señor y la importancia de llevar a la calle el mensaje de amor de Jesús.
Después, todos los jóvenes pasaron a los Baños de la Reina Mora, donde se dividieron en grupos para desarrollar la temática del encuentro y pudieron compartir sus experiencias de fe con otros jóvenes, respondiendo a preguntas como: ¿Qué es lo que la experiencia de vivir la Pascua, el encuentro con Cristo resucitado, puede decir a la realidad de los jóvenes de hoy? ¿Por qué atreverse a seguir al resucitado? ¿A qué nos compromete? ¿Por qué vivir mi fe en la Iglesia?.
Una vez finalizada la reflexión y puesto en común algunas conclusiones, toda la comitiva se trasladó a la Capilla del Santísimo Cristo de la Expiración de la Hermandad del Museo, donde se celebró una eucaristía para que los jóvenes pudieran obtener las gracias e indulgencias de su Año Jubilar. La ceremonia, que estuvo presidida por D. Laureano y nuestro párroco, NHD. Marcelino Manzano, terminó con una bendición conjunta con todos los Hermanos Mayores del día y la entrega de un pergamino conmemorativo del Jubileo.
De nuevo en los Baños de la Reina Mora, se mantuvo un ágape fraterno a compartir, donde, en un ambiente más distendido, se pudieron comentar las anécdotas del día y del pasado Lunes Santo. Destacar el éxito de convocatoria del encuentro, y el deseo de la gran mayoría de los jóvenes de realizar esta convivencia todos los años e incentivar las buenas amistades que se forjaron, donde el ambiente se alargó con palmas y sevillanas toda la tarde.
¡ALELUYA, ALELUYA,
CRISTO HA RESUCITADO!
FELIZ PASCUA DE RESURRECCIÓN
Recordamos que está celebración conjunta es para todos los hermanos de las Hermandades del día, y pueden asistir todos los hermanos de nuestra Hermandad que así lo deseen.
Los resultados del I Concurso de Dibujo Infantil "Mi Semana Santa", en el que han participado todos los más pequeños de la Hermandad,y familiares y amigos de los colegios de María Auxiliadora,CEIP Maestro Arturo de Gines, y colegio de las Esclavas del Sagrado Corazón, con un total de 102 participantes, son los siguientes:
Categoría Infantil:
1º.Francisco Polo Serrano
2º.Marcos Ordóñez García
3º.Lucía Ordóñez Rubio
3º.Irene Lozano Trigo
Categoría Alevín:
1º.Aliseda Crespo Sánchez
2º.Alicia Muñoz Merino
3º.MªAntonia Prieto Castro
Categoría Junior:
1º.Mencía Romero García
2º.Javier Torres Sánchez de Medina
3º.Elena González Merchan
3º.Raquel Romera Sojo
Categoría Senior:
1º.Valle Rodríguez Gil
1º.Ignacio Llorente Díaz
La entrega de los premios tendrá lugar el jueves 10 de abril a las 19:15 horas en el altar mayor de la Parroquia de San Vicente Mártir.
Comentarios Domingos de Cuaresma
Tercer Domingo
Texto del Evangelio (Jn 4,5-42): En aquel tiempo, Jesús llega, pues, a una ciudad de Samaria llamada Sicar, cerca de la heredad que Jacob dio a su hijo José. Allí estaba el pozo de Jacob. Jesús, como se había fatigado del camino, estaba sentado junto al pozo. Era alrededor de la hora sexta.
Llega una mujer de Samaría a sacar agua. Jesús le dice: «Dame de beber». Pues sus discípulos se habían ido a la ciudad a comprar comida. Le dice a la mujer samaritana: «¿Cómo tú, siendo judío, me pides de beber a mí, que soy una mujer samaritana?» (Porque los judíos no se tratan con los samaritanos). Jesús le respondió: «Si conocieras el don de Dios, y quién es el que te dice: ‘Dame de beber’, tú le habrías pedido a él, y él te habría dado agua viva». Le dice la mujer: «Señor, no tienes con qué sacarla, y el pozo es hondo; ¿de dónde, pues, tienes esa agua viva? ¿Es que tú eres más que nuestro padre Jacob, que nos dio el pozo, y de él bebieron él y sus hijos y sus ganados?». Jesús le respondió: «Todo el que beba de esta agua, volverá a tener sed; pero el que beba del agua que yo le dé, no tendrá sed jamás, sino que el agua que yo le dé se convertirá en él en fuente de agua que brota para vida eterna».
Le dice la mujer: «Señor, dame de esa agua, para que no tenga más sed y no tenga que venir aquí a sacarla». El le dice: «Vete, llama a tu marido y vuelve acá». Respondió la mujer: «No tengo marido». Jesús le dice: «Bien has dicho que no tienes marido, porque has tenido cinco maridos y el que ahora tienes no es marido tuyo; en eso has dicho la verdad».
Le dice la mujer: «Señor, veo que eres un profeta. Nuestros padres adoraron en este monte y vosotros decís que en Jerusalén es el lugar donde se debe adorar». Jesús le dice: «Créeme, mujer, que llega la hora en que, ni en este monte, ni en Jerusalén adoraréis al Padre. Vosotros adoráis lo que no conocéis; nosotros adoramos lo que conocemos, porque la salvación viene de los judíos. Pero llega la hora (ya estamos en ella) en que los adoradores verdaderos adorarán al Padre en espíritu y en verdad, porque así quiere el Padre que sean los que le adoren. Dios es espíritu, y los que adoran, deben adorar en espíritu y verdad».
Le dice la mujer: «Sé que va a venir el Mesías, el llamado Cristo. Cuando venga, nos lo explicará todo». Jesús le dice: «Yo soy, el que te está hablando».
En esto llegaron sus discípulos y se sorprendían de que hablara con una mujer. Pero nadie le dijo: «¿Qué quieres?», o «¿Qué hablas con ella?». La mujer, dejando su cántaro, corrió a la ciudad y dijo a la gente: «Venid a ver a un hombre que me ha dicho todo lo que he hecho. ¿No será el Cristo?». Salieron de la ciudad e iban donde Él.
Entretanto, los discípulos le insistían diciendo: «Rabbí, come». Pero Él les dijo: «Yo tengo para comer un alimento que vosotros no sabéis». Los discípulos se decían unos a otros: «¿Le habrá traído alguien de comer?». Les dice Jesús: «Mi alimento es hacer la voluntad del que me ha enviado y llevar a cabo su obra. ¿No decís vosotros: Cuatro meses más y llega la siega? Pues bien, yo os digo: Alzad vuestros ojos y ved los campos, que blanquean ya para la siega. Ya el segador recibe el salario, y recoge fruto para la vida eterna, de modo que el sembrador se alegra igual que el segador. Porque en esto resulta verdadero el refrán de que uno es el sembrador y otro el segador: yo os he enviado a segar donde vosotros no os habéis fatigado. Otros se fatigaron y vosotros os aprovecháis de su fatiga».
Muchos samaritanos de aquella ciudad creyeron en Él por las palabras de la mujer que atestiguaba: «Me ha dicho todo lo que he hecho». Cuando llegaron donde Él los samaritanos, le rogaron que se quedara con ellos. Y se quedó allí dos días. Y fueron muchos más los que creyeron por sus palabras, y decían a la mujer: «Ya no creemos por tus palabras; que nosotros mismos hemos oído y sabemos que éste es verdaderamente el Salvador del mundo».
Comentario:
Dame de beber
Hoy, como en aquel mediodía en Samaría, Jesús se acerca a nuestra vida, a mitad de nuestro camino cuaresmal, pidiéndonos como a la Samaritana: «Dame de beber» (Jn 4,7). «Su sed material —nos dice Juan Pablo II— es signo de una realidad mucho más profunda: manifiesta el ardiente deseo de que, tanto la mujer con la que habla como los demás samaritanos, se abran a la fe».
El Prefacio de la celebración eucarística de hoy nos hablará de que este diálogo termina con un trueque salvífico en donde el Señor, «(...) al pedir agua a la Samaritana, ya había infundido en ella la gracia de la fe, y si quiso estar sediento de la fe de aquella mujer, fue para encender en ella el fuego del amor divino».
Ese deseo salvador de Jesús vuelto “sed” es, hoy día también, “sed” de nuestra fe, de nuestra respuesta de fe ante tantas invitaciones cuaresmales a la conversión, al cambio, a reconciliarnos con Dios y los hermanos, a prepararnos lo mejor posible para recibir una nueva vida de resucitados en la Pascua que se nos acerca.
«Yo soy, el que te está hablando» (Jn 4,26): esta directa y manifiesta confesión de Jesús acerca de su misión, cosa que no había hecho con nadie antes, muestra igualmente el amor de Dios que se hace más búsqueda del pecador y promesa de salvación que saciará abundantemente el deseo humano de la Vida verdadera. Es así que, más adelante en este mismo Evangelio, Jesús proclamará: «Si alguno tiene sed, venga a mí, y beba el que crea en mí», como dice la Escritura: ‘De su seno correrán ríos de agua viva’» (Jn 7,37b-38). Por eso, tu compromiso es hoy salir de ti y decir a los hombres: «Venid a ver a un hombre que me ha dicho…» (Jn 4,29).
Cuarto Domingo
Texto del evangelio según san Juan 9,1.6-9.13-17.34-38:En aquel tiempo, al pasar Jesús vio a un hombre ciego de nacimiento. Y escupió en tierra, hizo barro con la saliva, se lo untó en los ojos al ciego y le dijo: «Ve a lavarte a la piscina de Siloé (que significa Enviado).»
Él fue, se lavó, y volvió con vista. Y los vecinos y los que antes solían verlo pedir limosna preguntaban: «¿No es ése el que se sentaba a pedir?»
Unos decían: «El mismo.»
Otros decían: «No es él, pero se le parece.»
Él respondía: «Soy yo.»
Llevaron ante los fariseos al que había sido ciego. Era sábado el día que Jesús hizo barro y le abrió los ojos.
También los fariseos le preguntaban cómo había adquirido la vista.
Él les contestó: «Me puso barro en los ojos, me lavé, y veo.»
Algunos de los fariseos comentaban: «Este hombre no viene de Dios, porque no guarda el sábado.»
Otros replicaban: «¿Cómo puede un pecador hacer semejantes signos?»
Y estaban divididos. Y volvieron a preguntarle al ciego: «Y tú, ¿qué dices del que te ha abierto los ojos?»
Él contestó: «Que es un profeta.»
Le replicaron: «Empecatado naciste tú de pies a cabeza, ¿y nos vas a dar lecciones a nosotros?»
Y lo expulsaron.
Oyó Jesús que lo habían expulsado, lo encontró y le dijo: «¿Crees tú en el Hijo del hombre?»
Él contestó: «¿Y quién es, Señor, para que crea en él?»
Jesús le dijo: «Lo estás viendo: el que te está hablando, ése es.»
Él dijo: «Creo, Señor.» Y se postró ante él.
Comentario: Fr. Gerardo Sánchez Mielgo, Convento de Santo Domingo. Torrent (Valencia)
Marco: Jn 9-10 constituye un conjunto con un único tema central: Jesús es la luz del mundo. Y, como todos los episodios, se construye con un signo y discursos que desarrollan lo apuntado en el signo. El signo milagroso es la curación de un ciego de nacimiento. El discurso se compone de una serie de pequeñas unidades que desarrollan el tema.
Reflexión
¿Es de verdad justo y se atreve a quebrantar el sábado? Jesús ha realizado este milagro en día de sábado. Surge una dura discusión y enfrentamiento entre los judíos (fariseos) y Jesús, pero a través del ciego de nacimiento. En un estilo hondamente dramático se plantean varios problemas: ¿cómo es posible que un hombre de Dios quebrante el descanso sabático? En los diálogos se plantean algunos interrogantes: ¿Es verdad que este hombre era ciego? ¿es verdad que se ha realizado el milagro? El ciego es acosado una y otra vez, incluso el recurso a sus padres, para asegurarse del hecho. El ciego responde una y otra vez que él era ciego y ahora ve. El no entiende demasiado los sutiles planteamientos de los juristas judíos. Pero él parte de algo irrefutable: era ciego y ahora ve. ¡El creyente en Jesús sometido a un proceso! El texto es claramente bautismal. La fórmula "abrir los ojos" se utiliza siete veces. El autor joánico quiere expresar que el ciego está "totalmente" curado. La séptima vez (9,32) refleja los tres temas: ceguera, totalidad y pecado están estrechamente unidos. En ese caso la totalidad significa lo siguiente: que el ciego recobra la vista y es purificado también de su pecado. Está ya presto para recibir la iluminación de la fe en Jesús, Hijo del hombre (9,35-37). La misma problemática era ya reconocida a propósito del relato de la curación del enfermo en la piscina de Betzatá (Jn 5).
El camino pedagógico de la fe.
1º) En el camino de la fe el primer paso es el encuentro con el Jesús que vivió realmente entre nosotros. En este encuentro se sustenta todo el proceso que conduce hasta reconocerlo como el Señor. Es necesario hablar, conocer y reconocer al Jesús de la historia para llegar al Señor de la fe. Es la teología de la encarnación en su sentido más auténtico.
2º) El profeta es un hombre que habla en nombre de Dios; un hombre que dice la verdad anunciando una palabra de Dios que denuncia, anuncia y consuela. Es el hombre de la palabra de Dios. La palabra que conduce a los hombres a la más genuina libertad y dignidad como personas y como hijos de Dios (Jn 8,31ss).
3º) Jesús, como nuevo Moisés, viene de Dios y realiza las obras de Dios para la salvación del pueblo y para conducirlo al encuentro con Dios (mediante la alianza y la experiencia pascual de la liberación). ¡Jesús viene de Dios! es una afirmación permanente en el evangelios de Juan. Es necesario insistir en esta consoladora verdad y proclamarla al mundo que nos toca evangelizar.
4º) El Hijo del hombre. Otra forma de expresar la fe mesiánica. Los judíos expulsaron a los cristianos de la sinagoga por confesar que Jesús era el verdadero Mesías. Expulsarlo de la sinagoga equivalía a quedarse en una indefensión total jurídica y socialmente hablando. Porque el judaísmo era una religión permitida por las autoridades romanas. Una verdadera persecución. No se trata de un asunto teórico, sino de un asunto vital.
5º) Creo, Señor. Y le adoró. La meta de la fe es el reconocimiento de que el hombre llamado Jesús es el Señor, Dios volcándose en la salvación de los hombres. El Señor de la historia. El que da sentido pleno al ser humano abriéndole el camino de la trascendencia a partir de la humanidad. Y le adoró porque le reconoció como Señor. Un acto de fe como el de Tomás al final del evangelio: ¡Señor mío y Dios mío!
Quinto Domingo
Texto del Evangelio (Jn 11,1-45): En aquel tiempo, había un cierto enfermo, Lázaro, de Betania, pueblo de María y de su hermana Marta. María era la que ungió al Señor con perfumes y le secó los pies con sus cabellos; su hermano Lázaro era el enfermo.
Las hermanas enviaron a decir a Jesús: «Señor, aquel a quien tú quieres, está enfermo». Al oírlo Jesús, dijo: «Esta enfermedad no es de muerte, es para la gloria de Dios, para que el Hijo de Dios sea glorificado por ella». Jesús amaba a Marta, a su hermana y a Lázaro. Cuando se enteró de que estaba enfermo, permaneció dos días más en el lugar donde se encontraba.
Al cabo de ellos, dice a sus discípulos: «Volvamos de nuevo a Judea». Le dicen los discípulos: «Rabbí, con que hace poco los judíos querían apedrearte, ¿y vuelves allí?». Jesús respondió: «¿No son doce las horas del día? Si uno anda de día, no tropieza, porque ve la luz de este mundo; pero si uno anda de noche, tropieza, porque no está la luz en él». Dijo esto y añadió: «Nuestro amigo Lázaro duerme; pero voy a despertarle». Le dijeron sus discípulos: «Señor, si duerme, se curará». Jesús lo había dicho de su muerte, pero ellos creyeron que hablaba del descanso del sueño. Entonces Jesús les dijo abiertamente: «Lázaro ha muerto, y me alegro por vosotros de no haber estado allí, para que creáis. Pero vayamos donde él». Entonces Tomás, llamado el Mellizo, dijo a los otros discípulos: «Vayamos también nosotros a morir con Él».
Cuando llegó Jesús, se encontró con que Lázaro llevaba ya cuatro días en el sepulcro. Betania estaba cerca de Jerusalén como a unos quince estadios, y muchos judíos habían venido a casa de Marta y María para consolarlas por su hermano. Cuando Marta supo que había venido Jesús, le salió al encuentro, mientras María permanecía en casa. Dijo Marta a Jesús: «Señor, si hubieras estado aquí, no habría muerto mi hermano. Pero aun ahora yo sé que cuanto pidas a Dios, Dios te lo concederá». Le dice Jesús: «Tu hermano resucitará». Le respondió Marta: «Ya sé que resucitará en la resurrección, el último día». Jesús le respondió: «Yo soy la resurrección. El que cree en mí, aunque muera, vivirá; y todo el que vive y cree en mí, no morirá jamás. ¿Crees esto?». Le dice ella: «Sí, Señor, yo creo que tú eres el Cristo, el Hijo de Dios, el que iba a venir al mundo».
Dicho esto, fue a llamar a su hermana María y le dijo al oído: «El Maestro está ahí y te llama». Ella, en cuanto lo oyó, se levantó rápidamente, y se fue donde Él. Jesús todavía no había llegado al pueblo; sino que seguía en el lugar donde Marta lo había encontrado. Los judíos que estaban con María en casa consolándola, al ver que se levantaba rápidamente y salía, la siguieron pensando que iba al sepulcro para llorar allí. Cuando María llegó donde estaba Jesús, al verle, cayó a sus pies y le dijo: «Señor, si hubieras estado aquí, mi hermano no habría muerto». Viéndola llorar Jesús y que también lloraban los judíos que la acompañaban, se conmovió interiormente, se turbó y dijo: «¿Dónde lo habéis puesto?». Le responden: «Señor, ven y lo verás». Jesús se echó a llorar. Los judíos entonces decían: «Mirad cómo le quería». Pero algunos de ellos dijeron: «Este, que abrió los ojos del ciego, ¿no podía haber hecho que éste no muriera?».
Entonces Jesús se conmovió de nuevo en su interior y fue al sepulcro. Era una cueva, y tenía puesta encima una piedra. Dice Jesús: «Quitad la piedra». Le responde Marta, la hermana del muerto: «Señor, ya huele; es el cuarto día». Le dice Jesús: «¿No te he dicho que, si crees, verás la gloria de Dios?». Quitaron, pues, la piedra. Entonces Jesús levantó los ojos a lo alto y dijo: «Padre, te doy gracias por haberme escuchado. Ya sabía yo que tú siempre me escuchas; pero lo he dicho por estos que me rodean, para que crean que tú me has enviado». Dicho esto, gritó con fuerte voz: «¡Lázaro, sal fuera!». Y salió el muerto, atado de pies y manos con vendas y envuelto el rostro en un sudario. Jesús les dice: «Desatadlo y dejadle andar».
Muchos de los judíos que habían venido a casa de María, viendo lo que había hecho, creyeron en Él.
Comentario:Dr. Johannes VILAR (Köln, Alemania)
Yo soy la resurrección. El que cree en mí, aunque muera, vivirá
Hoy, la Iglesia nos presenta un gran milagro: Jesús resucita a un difunto, muerto desde hacía varios días.
La resurrección de Lázaro es “tipo” de la de Cristo, que vamos a conmemorar próximamente. Jesús dice a Marta que Él es la «resurrección» y la vida (cf. Jn 11,25). A todos nos pregunta: «¿Crees esto?» (Jn 11,26). ¿Creemos que en el bautismo Dios nos ha regalado una nueva vida? Dice san Pablo que nosotros somos una nueva creatura (cf. 2Cor 5,17). Esta resurrección es el fundamento de nuestra esperanza, que se basa no en una utopía futura, incierta y falsa, sino en un hecho: «¡Es verdad! ¡El Señor ha resucitado!» (Lc 24,34).
Jesús manda: «Desatadlo y dejadle andar» (Jn 11,34). La redención nos ha liberado de las cadenas del pecado, que todos padecíamos. Decía el Papa León Magno: «Los errores fueron vencidos, las potestades sojuzgadas y el mundo ganó un nuevo comienzo. Porque si padecemos con Él, también reinaremos con Él (cf. Rom 8,17). Esta ganancia no sólo está preparada para los que en el nombre del Señor son triturados por los sin-dios. Pues todos los que sirven a Dios y viven en Él están crucificados en Cristo, y en Cristo conseguirán la corona».
Los cristianos estamos llamados, ya en esta tierra, a vivir esta nueva vida sobrenatural que nos hace capaces de dar crédito de nuestra suerte: ¡siempre dispuestos a dar respuesta a todo el que nos pida razón de nuestra esperanza! (cf. 1Pe 3,15). Es lógico que en estos días procuremos seguir de cerca a Jesús Maestro. Tradiciones como el Vía Crucis, la meditación de los Misterios del Rosario, los textos de los evangelios, todo... puede y debe sernos una ayuda.
Nuestra esperanza está también puesta en María, Madre de Jesucristo y nuestra Madre, que es a su vez un icono de la esperanza: al pié de la Cruz esperó contra toda esperanza y fue asociada a la obra de su Hijo.
Este tiempo de cuaresma es un momento propicio para que los jóvenes puedan conocer los preparativos que hace su hermandad de cara a su salida procesional.
Por eso, y atendiendo al llamamiento de la Diputación de Formación, los hermanos más pequeños pudieron disfrutar en el día de hoy de una jornada de ayuda al montaje de los pasos y altar de cultos y besamanos, así como del rezo ante nuestros Amantísimos Titulares.
La jornada se remató con una convivencia en la casa hermandad.